Sobre la creatina

La creatina es una sustancia química que nuestro cuerpo produce de manera natural en órganos como el hígado, el páncreas o los riñones. También se encuentra en el consumo de carnes rojas y pescado, alimentos ricos en esta sustancia.
Los expertos recomiendan tomar suplementos de creatina de acuerdo a indicaciones médicas previas. Si sigues las instrucciones dadas por los especialistas, la creatina puede aportar los siguientes beneficios para tu salud:
1. Mejora el rendimiento deportivo: tendrás mejor rendimiento en tiempos largos de entrenamiento, ya que el músculo se cansa menos.
2. Aumenta el volumen muscular: debido a que promueve la acumulación de líquido dentro de las células.
3. Recupera los músculos: conseguirás acelerar la recuperación de las fibras musculares después de una jornada de ejercicio, por lo tanto, reduce el riesgo de padecer lesiones.
4. Los suplementos de creatina mejoran el rendimiento durante tareas cognitivas.
5. Algunos estudios indican que tiene una función neuroprotectora, previniendo y reduciendo la gravedad de enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Parkinson, enfermedad de Huntington y distrofia muscular.
Estos son los principales motivos por los que la creatina se ha convertido en un suplemento imprescindible; con todo ello, conseguirás unos músculos más fuertes, más fibrados y con menor cantidad de grasa
Debes tener en cuenta que este suplemento se toma, básicamente, para mejorar la masa muscular. El objetivo principal que se persigue al consumir este complemento nutricional es que los músculos estén en mejor estado de forma y que, por tanto, puedas entrenar con máxima eficacia.
¿Tomar creatina es malo?
No existe evidencia de que tomar creatina en las dosis adecuadas y por el período recomendado sea malo para el organismo, ya que las dosis recomendadas son muy reducidas, para evitar sobrecargar los riñones o el hígado.
Sin embargo, la forma más segura de tomar creatina es a través del acompañamiento de un médico o nutricionista, ya que es importante respetar las dosis recomendadas y evaluar periódicamente sus efectos en el cuerpo. Además, su ingesta debe acompañarse de una alimentación adecuada, que garantice la reposición de energía y la correcta recuperación de los músculos, así como de actividad física regular, principalmente de ejercicios para trabajar la musculatura.